Bután, paraíso de la felicidad y la serenidad

Explore el reino de la felicidad en el corazón del Himalaya.

Un viaje espiritual en un país preservado y auténtico.

Bután: descubre el reino oculto del Himalaya

Este pequeño reino de apenas 47,000 km² es mundialmente famoso por haber inventado el FNB, la Felicidad Nacional Bruta, decretando que el bienestar espiritual y emocional eran prioridades nacionales al mismo nivel que el desarrollo económico. El reino de Bután se está abriendo poco a poco al turismo después de décadas de aislamiento, pero sigue estando muy lejos del turismo de masas de su vecino nepalí. Este reino ha sabido conservar sus tradiciones ancestrales y sus valores ligados al budismo, como lo atestigua la gran cantidad de monasterios, maravillas arquitectónicas, en el territorio butanés. Para comprender bien esta región de múltiples facetas, nada mejor que un viaje hecho a medida a Bután organizado directamente con una agencia local. ¡Es la garantía de una estancia llena de autenticidad en este país!

Un reino de serenidad y esplendor

Situado al pie del Himalaya, conocido por sus nieves eternas, Bután, un pequeño país enclavado entre India y China, encanta inmediatamente a los visitantes. Este país fascina por sus paisajes sublimes, sus vastos espacios y la riqueza de sus tesoros arquitectónicos. La población cálida de Bután también es reconocida por estar entre las más felices del mundo. Esta reputación contribuye al atractivo irresistible de este pequeño reino himalayo, que ofrece una experiencia única y auténtica a quienes tienen la suerte de descubrirlo.

Como país joven con fuertes tradiciones, Bhután se está moviendo a su propio ritmo y está desafiando la globalización. Tan pequeña, pero tan decidida, la tierra del Dragón del Trueno merece respeto. A menudo comparado con Suiza, difiere de sus vecinos asiáticos en muchos aspectos. Así, a lo largo de los siglos, los bhutaneses han desarrollado una cultura única. En Bután, todo te parecerá único: ropa tradicional, arquitectura o incluso cocina.

Descubrimiento del Bután Auténtico

Los Tsechu son festivales religiosos anuales que se celebran en los 20 distritos de Bután. Durante cada Tsechu, que dura cuatro días, se presencian danzas sagradas como el Sha Tsam o el Dranyeo Cham. Los monjes que interpretan estas danzas llevan máscaras coloridas y expresivas, consideradas sagradas. El valle de Ha, abierto a los turistas desde 2003, se encuentra al sur de Paro y alcanza una altitud de 2,700 metros. Esta región boscosa, cercana al Tíbet y al valle de Chumbi, ofrece un panorama natural excepcional y permanece poco frecuentada por los turistas. Descubrirla garantiza una escapada fuera de los caminos habituales. Bután ofrece paisajes impresionantes entre magníficos bosques, majestuosos valles, aldeas y sitios budistas importantes. Su fauna endémica preservada lo convierte en un paraíso para los amantes del senderismo.

Una democracia naciente bajo la égida del BNB

Explorar Bután también significa descubrir el sistema democrático más reciente del mundo y el concepto de la Felicidad Nacional Bruta (BNB). Además de un buen libro sobre el tema, tendrá la oportunidad, gracias a las explicaciones de su guía o durante una conversación con los habitantes, de familiarizarse con el funcionamiento de este país que no deja de reinventarse. Un viaje a Bután es sin duda una oportunidad para aprender, observar y reflexionar sobre el modelo democrático en su conjunto.

Senderos de tranquilidad en el corazón de Bután

No solo los senderos para los excursionistas cubren todo el país, sino que también son muy poco frecuentados. Esto no significa que puedas prescindir de un guía, ya que ninguna caminata se realiza solo según las directrices del gobierno destinadas a preservar el medio ambiente. Sin embargo, la sensación de estar "solo en el mundo" está bien presente. ¡Y qué mundo! Valles tranquilos, ríos suaves, el único ruido de tus pasos y de los pájaros de los alrededores... En resumen, es una pura maravilla.


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