8 días en Panamá

El primer día en la capital: ¡un choque climático y cultural! Comience con un recorrido por el distrito moderno, luego diríjase al Casco Viejo, el distrito colonial. Pasear por sus calles, desde el Museo del Canal hasta la Plaza de Francia. A la hora de la cena, siéntese en una terraza. Un paseo digestivo por el Paseo Esteban Huertas le permitirá descubrir el barrio de negocios desde un nuevo ángulo.

Salida temprana del aeropuerto de Albrook hacia el archipiélago de San Blas. El hotel que haya elegido se encargará de la organización de su estancia. En el programa: encuentro con los indios Gunas, descubrimiento de la vida submarina, degustación de langostas y natación.

Relájese bajo los cocoteros o haga una excursión en lancha para descubrir las paradisíacas islas del archipiélago. Salida a la mañana siguiente en avión.

Caminata por los senderos señalizados del Parque Nacional Soberanía. En el camino de regreso, haga una parada en las esclusas de Miraflores para observar los barcos que navegan a lo largo del canal. Cena en uno de los restaurantes de la Calzada, este largo muelle ajardinado con una vista inolvidable de la ciudad iluminada y el Puente de las Américas.

Dirección a las montañas de Chiriquí. Senderismo en busca del quetzal, escalando el pico más alto de Panamá, el volcán Barú, visitando una plantación de café, baños de hidromasaje en Caldera... Hay muchas posibilidades de hacer excursiones por Boquete, este pueblo con un clima tan agradable.

Rafting o excursión en canopy tour. A la mañana siguiente, despegar hacia Panamá.

Visite una de las comunidades Emberás, que vive a orillas del Río Chagres y le introducirá en su forma de vida tradicional.

Compras en los mercados artesanales de la capital y en la calle peatonal más animada del país: la Avenida Central. Para los amantes de la naturaleza, el parque natural metropolitano ofrece cortos paseos por el bosque tropical.