Una fauna y flora excepcionales en Turquía
Extensos bosques cubren Anatolia oriental y las costas del mar Negro, compuestos por numerosos avellanos, así como el litoral mediterráneo. En Turquía crecen muchos árboles frutales: higueras, albaricoqueros, cerezos, almendros... El laurel rosa mezclado con las numerosas palmeras de la costa egea evoca las vacaciones. Las estepas se visten de un manto brillante de flores silvestres en primavera.
El país ofrece una fauna similar a la de los Balcanes: osos, linces, jabalíes, lobos y algunos leopardos, cada vez más raros. Es más fácil encontrar caballos, burros, cabras y ovejas cuidados por el kangal, un perro pastor muy poderoso. El paisaje ornitológico es de una riqueza excepcional, con numerosos rapaces, entre ellos el majestuoso águila. Finalmente, cabe mencionar la presencia del famoso gato de Van, con ojos dispares extremadamente intrigantes y de precio muy elevado.