Castillos, palacios e iglesias en abundancia
Con su rico legado desde la Edad Media hasta el Clasicismo, Polonia cuenta con más de un centenar de castillos de estilos muy variados. El famoso castillo real de Wawel en Cracovia y el imponente castillo de Malbork están entre los más impresionantes. Varsovia, al igual que Cracovia, alberga lujosos palacios. Otros castillos están diseminados por el campo polaco, como Łańcut, una de las residencias nobiliarias más conocidas, con una importante colección de obras de arte. En la Pequeña Polonia y en la Baja Silesia se encuentran castillos, palacios y ruinas misteriosas. Algunas joyas arquitectónicas, como el notable castillo de Książ, son imprescindibles.
La arquitectura religiosa también es destacada. El pueblo polaco ha erigido iglesias notables, desde el gótico hasta estilos contemporáneos, pasando por un estilo rural de madera típico. El barroco es sin duda el estilo más influyente; cada ciudad o pueblo posee un edificio colorido, a menudo con cúpula bulbosa, de gran calidad arquitectónica. El territorio polaco ha heredado el estilo alemán del norte de ladrillos rojos, con bellos ejemplos en Gdansk, así como iglesias ortodoxas con cúpulas doradas o de madera, sinagogas, yeshivás e incluso mezquitas tártaras de madera.