Taiwán, una mezcla única de tradición y modernidad.
Sumérgete en las riquezas culturales y naturales de Taiwán.
Taiwán, tierra de contrastes y aventuras inolvidables
Tan pronto como llegas a Taipéi, descubres, para tu sorpresa, que la capital es una ciudad bastante verde cuya periferia alberga plantaciones de té, a solo unos kilómetros del distrito financiero. Dondequiera que estés, siempre verás cumbres verdes rodeando la metrópoli. Acostúmbrate, ¡porque las sorpresas no han terminado! A pesar de su pequeño tamaño, Taiwán es una tierra de contrastes. Al norte, la costa recuerda a Bretaña con sus abruptos acantilados y caprichosos roqueríos; el este, igualmente escarpado, revela playas de arena blanca y gigantescas gargantas de mármol; el sur presenta un nuevo decorado con su vegetación dispersa y sus playas paradisíacas, mientras que al volver hacia el norte, montañas titánicas (de más de 3,000 m) se alzan sobre lagos, ríos y otras fuentes termales. Finalmente, el centro-oeste es una vasta llanura que, en días nublados, casi recordaría a Bélgica o al norte de Francia. ¡Taiwán es un mosaico de paisajes! De hecho, el cineasta estadounidense Martin Scorsese no dudó en filmar su última película, *Silence*, en los magníficos paisajes de Taiwán.
Un viaje entre tradición y modernidad
Descubra una tierra donde las tradiciones ancestrales conviven con la innovación más avanzada. Este rincón del paraíso es un verdadero caleidoscopio cultural, donde cada esquina cuenta una historia diferente. Déjese seducir por sus impresionantes paisajes, desde las montañas verdes hasta las playas doradas, pasando por los arrozales en terrazas que se extienden hasta donde alcanza la vista. La riqueza de la artesanía local le maravillará con su saber hacer único y su diversidad.
Embárquese en una aventura por senderos de caminata espectaculares o déjese tentar por las delicias culinarias, una fusión sutil de influencias asiáticas y locales. La animada vida nocturna le promete noches inolvidables bajo un cielo estrellado. Cada festival es una explosión de colores y alegría, reflejando el espíritu festivo de la población local.
Sumérjase en una cultura vibrante y acogedora, donde cada sonrisa encontrada le hará sentir como en casa. Prepárese para una experiencia única y enriquecedora, llena de descubrimientos y maravillas.
Una bienvenida memorable en Taiwán
Aunque esto es un poco menos cierto en las grandes ciudades, los taiwaneses son personas cálidas y abiertas, siempre pendientes de lo que podría agradar a los visitantes. Sonrisas en cascada, atenciones amables y sobre todo muchas preguntas: ¿De dónde vienes? ¿Qué haces? ¿Qué puedo hacer por ti? Simplemente se interesan por los demás, y el extranjero es sistemáticamente considerado como un invitado. Esta curiosidad, mezclada con la tradición de generosidad que prevalece en la isla, hace de los taiwaneses uno de los pueblos más acogedores del mundo y llena al visitante de atención.
Un destino auténtico: descubre Taiwán
A pesar de una modernidad extrema, como la industria de alta tecnología, la arquitectura de diseño y la moda de última tendencia, Taiwán sigue profundamente arraigada a la cultura china, de la cual defiende su herencia. Este arraigo obtiene su fuerza de eventos históricos: Taiwán fue invadida por los japoneses, lo que despertó un sentimiento de identidad, y escapó a la revolución cultural bajo el yugo de los nacionalistas. Así, la tradición religiosa se ha perpetuado sin interrupción, como lo demuestra la presencia de unos 5,000 templos y monasterios. Las artes marciales se practican allí con relajación. Al añadir las tradiciones aborígenes al este de la isla, el viaje a Taiwán se convierte en una iniciación a las culturas coexistentes. La herencia japonesa también está muy presente, especialmente en el norte. Los familiares de Kyushu encontrarán múltiples puntos en común con la isla japonesa. Taiwán es una isla en plural, lo que le da su encanto. Un consejo: pase algunos días fuera de las grandes ciudades para descubrir los encantos de Taiwán en el campo; no quedará decepcionado.
Descubre diversas actividades deportivas para practicar
Taiwán no solo ofrece sus paisajes y su herencia cultural. Para los amantes del senderismo, el alpinismo o las actividades marinas, la isla alberga tesoros fácilmente accesibles para deportistas de todos los niveles. Se encuentran cientos de kilómetros de senderos en paisajes de montaña impresionantes o a lo largo de la costa. El esnórquel en el sur y el rafting en los desfiladeros escarpados también son muy populares. Sin embargo, cuidado con los mosquitos y las serpientes, ¡algunas especies son particularmente venenosas!
Descubrimiento culinario exquisito
Después de la guerra civil en 1949, dos millones de chinos del continente se refugiaron en Taiwán. Entre este flujo humano se encontraban chinos de todas las provincias como Sichuan, Guangdong, Fujian y Manchuria. Trajeron consigo sus recetas de cocina tan diversas como famosas, garantía de cinco mil años de tradición culinaria. Las cocinas chinas se injertaron así a la cocina local, ya influenciada por la gastronomía japonesa.
Hoy en día, todas las tendencias culinarias están representadas en Taiwán: coreana, tailandesa, francesa, italiana, alemana, mongola. Un solo denominador común en todas estas mesas: la calidad. En Taiwán, comer es parte de las alegrías de la vida. Los amantes del té saben que el té de Alishan es uno de los mejores del mundo.
Un año de celebraciones en Taiwán
Entre las celebraciones chinas tradicionales como el Año Nuevo o el festival de los Faroles, las fiestas aborígenes como el festival de los Peces Voladores entre los Yami o el homenaje de los Saisiat a los espíritus de los enanos, las fiestas nacionales como el día de la fundación de la república de China o incluso eventos deportivos como el maratón de Taroko, es difícil encontrar un día en el que no pase nada en Taiwán. Puedes tomar tu calendario, gregoriano o lunar, y constatar que ¡la tarea debería ser rápida! Todas estas fiestas están acompañadas de alegrías que te permitirán captar el alma del país y de sus habitantes, mientras disfrutas de su hospitalidad.
Las mejores experiencias de compras en Taipéi
Para hacer tus compras del año o satisfacer un capricho impulsivo, Taipéi es la ciudad ideal. La calidad de su transporte te lleva a cualquier barrio en un tiempo récord. Allí encontrarás todos los artículos capaces de calmar tu fiebre compradora. El gran almacén Sogo en Zhongxiao East Road y las múltiples galerías cercanas al Taipei 101 albergan tiendas de lujo. Mientras que el mercado nocturno de Shilin es un tesoro para aquellos que sueñan con vestirse a la moda manga. Los aficionados al material fotográfico e informático no se quedarán atrás con, entre otros, la gigantesca tienda Nova. Finalmente, la artesanía local, variada y de gran calidad, goza de una buena reputación y ve crecer su importancia. El "hecho en Taiwán" está de vuelta, esta vez sinónimo de calidad y estilo.
Los tesoros del Museo Nacional del Palacio
Podría por sí solo justificar las 14 horas de vuelo que separan París de Taipéi. Para los apasionados del arte o los simples curiosos, este museo es imprescindible: contendría el 75% de las colecciones mundiales de arte chino, incluyendo todas las colecciones imperiales, preservadas en la Ciudad Prohibida. Libros raros, caligrafías, bronce, jade... la colección expuesta rota cada tres meses.
Para los amantes de las anécdotas, sepan que el museo del Palacio alberga una colección de más de 750,000 piezas, más del doble que el Louvre. Sin embargo, la mayoría de las obras están almacenadas en inmensos refugios subterráneos en la montaña, justo detrás del museo, para salvaguardar este patrimonio único en caso de conflicto con China continental.