Lujo y modernidad en Dubái

Dubái recompone cada día su propio retrato, de lifting vial en torres botoxeadas. Bajo un sol con colmillos afilados, o en esa neblina beige que cae del cielo y parece pintar el paisaje de terracota, respiramos esta ciudad hasta el éxtasis. Con sus dos líneas de metro, que parecen salidas de la estética de Batman y que la irrigan, y mientras en su centro la Burj Khalifa la sobrepasa con cerca de 828 metros, nos preguntamos si se detendrá algún día. Espera que la torre de Calatrava en el nuevo distrito de Dubai Creek Harbour le haga sombra, o que en el desierto se termine el sitio de la Expo 2020 en el nuevo distrito de South Dubai. Nos decimos que nada la iguala.

Más que en otros lugares, el Golfo es un templo de la hotelería de lujo, un palacio al aire libre con múltiples ubicaciones. Por tarifas razonables, si se sabe buscar en Internet, el viajero puede disfrutar de unas noches en un palacio resplandeciente, inspirado en los palacios orientales o con un estilo ultra moderno. Las páginas siguientes presentan una selección de establecimientos visitados y elegidos por su ubicación. Cada uno puede encontrar lo que busca según sus gustos y posibilidades. Aquí, nada es mediocre o impreciso; todo está diseñado para ofrecer una experiencia única e inolvidable.

No esperes sumergirte en un mercado de postal, oliendo a especias y al cuero de camello. Aquí, los centros comerciales han surgido rápidamente, invadiendo este desierto que nunca conoció los grandes mercados. Sin embargo, con un poco de perspicacia, las tradiciones están al alcance del visitante que sabe mezclarse con la multitud de los zocos.

Dubái, al igual que el resto de los Emiratos, es muy seguro. Se puede pasear con total tranquilidad, sin preocuparse por el bolso o temer por el vehículo. La delincuencia es inexistente o muy marginal, y los robos al descuido o en establecimientos hoteleros son muy raros. Solo hay que estar atento al volante, ya que los conductores de enormes 4x4 tienden a pisar el acelerador. Además, la diversidad de nacionalidades presentes en Dubái implica diferentes interpretaciones del código de circulación. En el ámbito religioso, el gobierno condena ostensiblemente el integrismo y acepta las diferencias culturales. Los niños son bienvenidos y pueden deambular con sus padres sin temor por su salud. La higiene es excelente, hay pocos o ningún insecto, y no se requiere ninguna vacuna para el visitante.

En menos de 24 horas, es posible vivir una multitud de experiencias increíbles. Puedes comenzar con un baño de mar a 38 °C, luego explorar el desierto a lomos de un dromedario y admirar los oryx en una reserva. Después, cruza el Creek en abra, un barco tradicional. Disfruta de una cena-crucero, sobrevuela el desierto en globo aerostático o recorre la inmensa Palm en lancha rápida. No te pierdas la puesta de sol detrás de la duna de Bab Al Shams y disfruta de un momento de relajación fumando la narguile en un campamento beduino. En cuanto a la gastronomía, degusta el mero local, dátiles de Al An, pepinos de Holanda o incluso caviar de Irán. Los más exigentes podrán deleitarse con productos frescos del mercado de Rungis. Finalmente, pasea saboreando una limonada con menta fresca o una copa de champán gran reserva para concluir este día excepcional.

Chanel, Dior, YSL, Cartier, Vuitton... las marcas más prestigiosas parecen haberse dado cita en Dubái, tierra de elección para las tarjetas Platinium. La mayoría de las tiendas europeas tienen una o varias boutiques allí, al igual que los grandes nombres de la informática y la decoración. Unos setenta centros comerciales compiten en ingenio para atraer a los clientes con servicios inigualables: bares y restaurantes variados, guarderías y áreas de juegos para niños, centros culturales, parques de atracciones, entrega de compras al hotel, etc. Ir de compras en Dubái también significa visitar a los comerciantes de tela y bolsas en el barrio de Karama, el zoco de las especias con precios negociables y las galerías de arte que exponen talentos del Medio Oriente. Hay dos periodos particularmente interesantes para los cazadores de ofertas: el Festival de Compras de Dubái en diciembre-enero y el Dubái Summer Surprises en julio-agosto.