Trekking en la inmensidad del desierto de Atacama

Aterrizaje en el aeropuerto de Calama. Vaya a San Pedro de Atacama, un pequeño pueblo en medio del desierto. En el camino, déjese impresionar por las "montañas de sal". Después de un merecido almuerzo, visite el Valle de la Luna y tómese el tiempo para admirar uno de los increíbles atardeceres, iluminado por los colores de otro mundo.

San Pedro de Atacama. Diríjase hacia la imponente fortaleza de Quitor y comience a caminar hacia el río San Pedro, tomando el tiempo para explorar algunos de sus muchos cañones. El sendero atraviesa el río de vez en cuando y está salpicado de impresionantes formaciones geológicas. Un lugar perfecto para montar una tienda de campaña bajo el cielo estrellado!

Camping, zona del río San Pedro. Aléjese del cauce del río y diríjase a la meseta, donde las minas abandonadas han dado lugar a muchas leyendas. El sendero serpentea a través de un hermoso cañón y enormes cactus emergen de la roca. En algunos lugares, la sequía es tan alta que los científicos nunca han descubierto la vida allí! En estas fascinantes regiones se encuentra el pueblo de Río Grande, con una comunidad indígena que ofrece una bienvenida perfecta para los campistas.

Río Grande. Hoy en día el trekking es más exigente físicamente pero las recompensas son múltiples. A medida que se acerca a Machuca, admire la cultura nativa del altiplano y observe a los grupos de llamas deambulando pacíficamente por el valle. Después de varias pendientes a través de cañones empinados, se llega a Machuca y su sorprendente humedad. Aquí, la vista del volcán Licancabur - un pico sagrado para los locales - es impresionante y la tierra es perfecta para quedarse allí.

Machuca. Temprano por la mañana, salida para los Géiseres del Tatio. Este paisaje de otro planeta le impresionará con sus géiseres que pueden alcanzar más de 40 metros y campos geotérmicos en medio de la fría mañana desértica. Una caminata de 3 horas a la meseta del Altiplano llamada Copa Coya le dará una vista única de Atacama y tal vez cruzar caminos con "viscachas" (primos de las chinchillas) antes de regresar a San Pedro.

San Pedro de Atacama. Conozca a los flamencos rosados de Chile -una especie endémica- y diríjase hacia el salar de Atacama. Las lagunas de Miscanti y Miñiques merecen una visita, con aguas azul turquesa y montañas gigantescas al fondo. Algo para recargar las baterías antes del regreso!

Salga de las áridas tierras de Atacama yendo al Aeropuerto de Atacama, con la inmejorable satisfacción de haber experimentado una conexión única con los paisajes lunares del Altiplano chileno