Escapada paradisíaca en República Dominicana

Playas doradas y ritmos cautivadores te esperan.

Vive la magia del Caribe entre mar y cultura.

República Dominicana: descubre la cuna del merengue.

La isla de La Española, como la llamaron antaño los Conquistadores, no se limita únicamente a las estaciones balnearias de la costa norte alrededor de Puerto Plata y Punta Cana y a sus playas de ensueño bañadas por las aguas cristalinas del mar Caribe, como Playa Bonita o Playa Dorada. La República Dominicana, que comparte la isla con Haití, también ofrece una hermosa diversidad de paisajes entre colinas áridas, bosques exuberantes, cascadas refrescantes, macizos montañosos y grandes lagos salados como en Enriquillo para ofrecer a los excursionistas una decena de parques naturales: parque del Este, Los Haitises, José Armando Bermúdez, José del Carmen Ramírez… Viajar a la República Dominicana, en pareja o con amigos, en viaje organizado o en coche de alquiler para un autotour, también es descubrir las pequeñas islas tropicales desconocidas que bordean la isla principal como la isla Saona o la isla Catalina para hacer senderismo y buceo. También sería una pena quedarse en la playa y no visitar al sur la capital Santo Domingo y su zona colonial inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco o las numerosas aldeas de pescadores con sus casas coloridas como en Las Terrenas en la península de Samaná.

Una isla de mil descubrimientos y placeres

Más de cinco siglos después de su descubrimiento por Cristóbal Colón en 1492, la República Dominicana posee suficientes facetas y atractivos para redescubrirla en cada viaje. Situada en el Caribe, esta isla ofrece una diversidad de paisajes que van desde playas de arena fina hasta montañas verdes. También es rica en cultura, con una historia influenciada por las culturas taínas, africanas y europeas. La música y la danza ocupan un lugar importante, con el merengue y la bachata como símbolos nacionales. La República Dominicana es también un destino popular para actividades al aire libre como el buceo, el surf o el senderismo, permitiendo a cada visitante vivir una experiencia única e inolvidable.

Lo imprescindible para descubrir

Fundada a principios del siglo XVI, la capital Santo Domingo es una de las ciudades más antiguas del Caribe. Su centro histórico, la "Zona Colonial", inscrito en el patrimonio de la Unesco, alberga numerosos monumentos como la catedral de Santa María la Menor, el Alcázar de Colón y la fortaleza Ozama. En la costa noreste, bordeada por el océano Atlántico y el mar Caribe, la península de Samaná es el punto de encuentro de las ballenas jorobadas. Cada año vienen a parir en esta zona entre enero y marzo. Situado en el corazón del país, el macizo de la Cordillera Central ofrece, en medio de plantaciones y pueblos de montaña, un formidable terreno para practicar senderismo, ciclismo de montaña o descensos en rafting.

Explorar la República Dominicana de otra manera

Volar en windsurf en Cabarete El pequeño pueblo de pescadores de la provincia de Puerto Plata, en la costa Ámbar, se ha convertido en un lugar famoso para el surf y los deportes de vela como el kitesurf y el windsurf. Este lugar idílico atrae a aficionados de todo el mundo que vienen a disfrutar de las condiciones excepcionales que ofrece la naturaleza. Disfrutar de un pedazo de paraíso en la isla Saona En el extremo sureste de la isla principal, en el mar Caribe, la isla Saona es un verdadero paraíso terrenal. Sus playas vírgenes de arena fina, bordeadas de palmeras, sus manglares, sus arrecifes de coral y sus tortugas componen un escenario de ensueño. Relajarse en Puerto Plata En el norte, los alrededores de Puerto Plata en la costa Ámbar ofrecen la mayor concentración de playas paradisíacas y hoteles de la República Dominicana. Numerosos complejos turísticos como Playa Dorada y Costa Dorada reciben a los visitantes que buscan relajación.

Una incomparable dulzura de vivir

Los dominicanos son de una amabilidad conmovedora a la que sucumbirás bastante rápido, siempre y cuando te acerques a ellos. La música, a veces un poco fuerte para los oídos europeos, acompaña la vida cotidiana durante todo el día: en los transportes, los mercados, las tiendas e incluso por la noche. Serviciales, los lugareños no dudarán en detenerse si te encuentras averiado al borde de la carretera. Encontrarán soluciones ingeniosas para reparar un neumático pinchado o te ayudarán a encontrar tu camino si estás perdido. No falta entonces compartir un coco, una cerveza bien fría o un cóctel mejorado con ron para conocerse mejor. Música, alcohol, mar y sol hacen buena combinación en República Dominicana. Como en ninguna otra parte, la dulzura de vivir se expresa en la despreocupación de los pasos balanceados, en las sonrisas de los rostros bellamente mestizos y en la travesura de los ojos de los niños.

Un clima ideal durante todo el año

La temporada de invierno, de octubre a marzo, no es realmente marcada en la República Dominicana. El clima se mantiene muy benigno con una temperatura media de 26 °C durante todo el año. Los dominicanos llevan suéteres durante este período, mientras que un europeo, acostumbrado a las rigurosidades de los climas continentales, se contentará con una camiseta, ya que el calor y el sol están presentes aquí todo el año. El verano, de mayo a septiembre, es particularmente caluroso y húmedo. El período ciclónico, de julio a octubre, a veces trae lluvias muy intensas pero de corta duración. En el centro montañoso, las temperaturas son mucho más bajas, descendiendo a veces por debajo de 0 °C en la cima del Pico Duarte, a más de 3,800 metros. La región de Jarabacoa es una de las zonas más húmedas de La Española y posee la mayor amplitud térmica, de 14 °C en invierno a 30 °C en verano.

La cuna del merengue y la bachata

El baile ocupa un lugar destacado en la República Dominicana, impregnado de una mezcla de culturas española y africana. Entre los muchos ritmos de baile y música, el merengue es el más apreciado. Considerado como el baile "nacional", es reconocido por todos los dominicanos y celebrado en todo el mundo. Desde noviembre de 2016, está inscrito en el patrimonio inmaterial de la UNESCO. El origen del merengue sigue siendo incierto: algunos dicen que proviene de la región de Cibao, otros de las regiones fronterizas con Haití, o incluso de una mezcla de danzas africanas y del minueto francés. El merengue tiene varias variantes: en el campo con güira, tambor y acordeón, y en las ciudades con metales, piano y coros. En julio, la Semana del Merengue en Santo Domingo es la ocasión para mezclarse con la población bailando en la calle o en la playa. Los cantantes Sergio Vargas y Johnny Ventura son íconos del merengue.

Una explosión de colores y tradiciones

El carnaval dominicano es particularmente animado y colorido. Es una fiesta muy popular donde se mezclan tradiciones españolas, fe cristiana y ritos africanos, remontándose más allá de la época colonial. El carnaval se celebra en todas las regiones del país con ritmos desenfrenados y músicas pegajosas, presentando diablos con cuernos, gallos, toros y caciques. Los participantes desfilan cada domingo de febrero a través de la República Dominicana. El carnaval alcanza su clímax el 27 de febrero, día de la independencia nacional, y continúa en algunas ciudades hasta marzo. Los más famosos son los de La Vega y Santo Domingo, pero los de San Pedro de Macorís o Santiago rivalizan en creatividad e imaginación. Allí también, las calles se transforman en teatros improvisados. Hordas de niños disfrazados golpean a los espectadores con globos. Quioscos distribuyen ron sin medida, mientras que grupos de música desatan la energía de los bailarines con ritmos intensos. En resumen, un carnaval bajo el doble signo de la sátira y la fiesta.

Un sitio de

Logo Petit fûté

Personaliza tus viajes con Quotatrip y recibe ofertas a medida directamente en tu bandeja de entrada.


Copyright 2025 © Quotatrip, viajes a medida.

CGU