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Una cultura rica :

Azerbaiyán es un país musulmán y, desde la caída de la URSS, el canto del muecín ha vuelto a resonar en cada esquina, en cada pueblo del país. Los minaretes apuntan sus flechas hacia el horizonte, las mezquitas hacen brillar sus cúpulas entre las casas de piedra, la vida está marcada por las oraciones y las celebraciones religiosas. A pesar de esta influencia musulmana, Azerbaiyán es oficialmente un país laico que sigue estando fuertemente influenciado por el período soviético, por lo que el Islam es particularmente tolerante. Mientras que en la mayoría de los países musulmanes, el acceso a las mezquitas y a los lugares sagrados está prohibido a los "infieles", y más aún a las mujeres, Azerbaiyán hace que sea una cuestión de honor promover el descubrimiento de su cultura religiosa. Una simple bufanda en la cabeza (todos los lugares de culto prestan algunos en la entrada porque la mayoría de las mujeres en el país no están veladas) le permite entrar en mezquitas y mausoleos y visitar lugares de peregrinación. Una oportunidad casi única para conocer la cultura musulmana.Esto ha tenido una influencia significativa y duradera en la vida artística del país. La rica creatividad de Azerbaiyán, expresada en su arquitectura y tradición musical y literaria, se debe en gran medida a las influencias persas y turcas. Presente en los museos de la capital, la cultura azerí, incluyendo la más tradicional, también permanece muy viva en el país.Festivales locales y las más diversas celebraciones son oportunidades para que los músicos muestren su talento como cantantes de mugam, y para que los invitados reciten uno de los muchos poemas en el repertorio local. Toda una cultura antigua y abundante sobrevive en la vida cotidiana de las ciudades y el campo.