Los imprescindibles de Eslovenia
Descubrir el encanto de la capital eslovena, Liubliana, es una experiencia única. Apodada "la Amada", esta pequeña capital europea ofrece una mezcla fascinante de cultura e historia. Con su centro histórico a lo largo del río Ljubljanica, su impresionante castillo y sus extensos espacios verdes, Liubliana seduce por su ambiente acogedor. La presencia de numerosos estudiantes y el mercado del casco antiguo añaden un encanto particular.
El puerto veneciano medieval de Piran es otra joya eslovena. Esta ciudad costera atrae a una multitud de visitantes en verano, fascinados por su arquitectura gótica y sus casas coloridas. Piran es un cruce de civilizaciones, donde se mezclan las influencias italianas y eslovenas.
Finalmente, el lago de Bled, a unos cincuenta kilómetros de Liubliana, es imprescindible para cualquier viaje a Eslovenia. Este lago glaciar, con su pintoresca isla que alberga un castillo y una iglesia, ofrece un entorno encantador para los visitantes. El lago de Bohinj, por su parte, es el lago permanente más grande del país. Es un paraíso para los aficionados a los deportes al aire libre, atrayendo excursionistas, escaladores, parapentistas y kayakistas.